... ¡y que bosque! Inspirado en la Selva Negra, el diseño de la nueva sala de ventas de Drubba GmbH enamora y enciende el deseo comprar a partes iguales.
Drubba es una empresa familiar que comenzó su andadura en la década de 1950, como un quiosco que alquilaba de barcos en el Lago Titisee. La compañía reconoció de forma temprana el interés de sus visitantes por las compras, por lo que comenzó a especializarse en la venta de relojes de cuco tradicionales y relojes de pulsera de gama alta.
Actualmente, Drubba Village está ubicado en Titisee-Neustadt, un pequeño y tranquilo pueblo en Alemania en la parte superior de la Selva Negra. Su nombre es muy conocido entre los turistas de Asia y se ha convertido en uno de sus destinos de viaje favoritos y más populares gracias a su posición idílica junto al lago, que ofrece un polo opuesto a su estilo de vida urbano e industrializado.
Aprovechándose de su éxito, Drubba ha reubicado su showroom de relojes en una nueva construcción a orillas del lago, para lo que contaron con los servicios del Ippolito Fleitz Group, un estudio de diseño multidisciplinario con sede en Stuttgart.
La misión del equipo de diseño fue crear una experiencia de compra concentrada, que tuviera la capacidad de atender al horario apretado de muchos visitantes asiáticos y, al mismo tiempo, que uniera las áreas individuales de la marca en un concepto espacial unificado.
Las diferentes marcas se presentan alrededor de un área central. Para permitir que todas ellas presenten sus productos de forma atractiva en el contexto de su propia arquitectura corporativa, el diseño de los diferentes espacios sólo está limitado por unas pocas guías.
La colocación de los nichos en las paredes definen el marco y proporcionan un ritmo unificado. Por otro lado, el pavimento de azulejos de gres porcelánico de gran formato crea un fondo neutro para la presentación de las diferentes marcas, mientras que su forma hexagonal resuelve ingeniosamente la disposición poligonal del espacio. El objetivo del color sutil de la baldosa fue que el exterior de los espacios pase desapercibido, permitiendo que sean las marcas quienes tengan el protagonismo y tomen el centro del escenario. Uno de los grandes desafíos en el planteamiento del sistema de iluminación, diseñado por pfarré lighting design, fue que ésta debía asegurar que cuando los productos se sacaran de las vitrinas, estuvieran iluminados exactamente igual.
El área central tiene un carácter especial. Cuenta con un servicio de cafetería / bar y relojería, y se exponen y venden obras maestras mecánicas y relojes de alta calidad. El elemento más llamativo que capta la visión de los visitantes es el escultural techo, construido con 4362 listones de madera de abeto, que se extiende a través de la totalidad de la zona central, generando altos y bajos relieves ondulantes.
En el tratamiento del techo dominan los tonos naturales, mientras que su estructura sirve como "centro emocional del espacio", haciendo referencia a la Selva Negra que lo rodea.
Las secciones superiores de las mesas que exponen el producto en el centro del espacio han sido rematadas con tonos metálicos oscuros, mientras que la parte superior del mostrador está cubierta de cuero artificial oscuro. Una vez más, material y color vuelven a hacer referencia a la naturaleza y a la autenticidad natural de la Selva Negra, otorgándole una sutil elegancia y una dosis suave de teatralidad, que transforma al espacio central en una atracción visual, sin robar el espectáculo de las zonas dedicadas a las marcas circundantes.
+++++
Proyecto: Ippolito Fleitz Group
Fotografía: Zooey Braun
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por comentar!