La Librería Saraiva, diseñada por el Estudio Arthur Casas, fue concebida como un híbrido entre una plaza y una biblioteca que ofrece a sus visitantes un ambiente acogedor que permite relajarse y reunirse. Les provee de un lugar tranquilo de convivencia dentro de un concurrido centro comercial en Río de Janeiro, donde las personas pueden reposar, concentrarse y pasar ratos agradables de ocio.
La arquitectura sobria y el esquema de diseño simple y acogedor planteados por el Estudio Arthur Casas otorgan a los libros y el material de lectura el total y absoluto protagonismo dentro del espacio, dotándolos con una amplia gama de estancias que se reparten en las cuatro plantas del edificio, donde los libros, las enciclopedias y los nuevos medios de comunicación multimedia conviven en armonía sobre las diferentes estanterías. De esta forma, es el propio usuario quien debe buscar, elegir y descubrir el contenido en los múltiples formatos en que se presenta la información.
Dicho planteamiento exigió un alto nivel de flexibilidad en el diseño de esta área comercial de 2000 m2. Una flexibilidad que permitiera organizar de forma adecuada todo el contenido, sin verse obligados a desarrollar una librería monótona y, además, estimulando a los visitantes a quedarse, leer e interactuar.
Situado en el interior de un centro comercial, los visitantes acceden a ella a través de un volumen con doble altura, donde las estanterías y vitrinas están suspendidas y destacan la presencia de los libros y otros objetos expuestos. Algunos de los estantes están sujetos por rieles, de forma que el diseño puede adaptarse a diferentes configuraciones.
Se ha utilizado un pavimento de cerámica desarrollado especialmente para que el suelo fuera más reflectante y acentuara la liviandad de la losa. Por otro lado, se ha utilizado madera de nogal brasileño como telón de fondo cálido y neutro para la variedad de colores y texturas presentados.
Las estanterías han sido diseñadas con los objetivos de que ninguna obra destaque sobre las demás y que los visitantes disfruten de la diversidad de temas que ocupan las diferentes alturas. En cada nivel se encuentran objetos que hacen referencia a los temas y los estantes inferiores han sido diseñadas para que los usuarios puedan ver los títulos de las obras que están más cerca al suelo.
En cuanto a la distribución de las diferentes plantas, se ha ubicado las secciones literarias especializadas en la planta baja y el entresuelo, mientras que los espacios multimedia, la cafetería y la zona de juegos infantiles se encuentran en los dos sótanos.
En los sótanos, la paleta de grises utilizada permite dar énfasis a los contenidos de electrónica y nuevos medios, y para destacar las vitrinas que soportan los elementos interactivos.
Por otro lado, en el área de juegos infantiles se rompe completamente la neutralidad cromática del resto de la librería, para presentar una paleta multicolor. La sala infantil, además, presenta un banco corrido de formas orgánicas multicolores que invita a los niños a acercarse y explorar los títulos de forma dinámica en un espacio donde se ha transformado la escala para adaptarse a su menor tamaño.
Se ha colocado también una serie de nichos de forma trapezoidal en la parte superior de las paredes. Éstos destacan en los diferentes volúmenes de una manera lúdica que reinterpreta el lenguaje utilizado en otras secciones de la librería, creando un universo aparte para los niños.
Múltiples sillones y reposapiés impregnan los diversos espacios de la librería. Todo el mobiliario es de diseño brasileño, como la "Silla Paulistano" de Paulo Mendes da Rocha y el "Sillón Beg" de Sérgio Rodrigues, que han sido especialmente elegidos para invitar a los lectores a estar cómodos y se olviden de todo, de forma que pasen más tiempo dentro de la librería, disfruten de la lectura, e interactuen y prueben los diversos gadgets que se encuentran a la venta.
Planos:
Fotografía: Fernando Guerra
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