Como cada mes, el último post de los miércoles va dedicado a mi serie "Interiores con encanto". En esta ocasión el protagonista vuelve a ser una de las habitaciones más pequeñas pero, al mismo tiempo, más utilizadas de nuestras casas: el baño.
Si siguen el blog desde hace tiempo, sabrán de sobra que el baño es uno de mis lugares favoritos en la casa. Ese lugar en donde puedo poner la música a todo volumen sin que nadie me diga que molesto, y donde puedo bailar y cantar a mi antojo mientras me ducho y me cambio cada mañana.
En mi caso, aunque lo he decorado con mucho cariño, el baño es una habitación de tamaño normal, ni grande ni pequeñita. Nada que ver con la mayoría de ejemplos que verán a continuación que, jacuzzi o spa incluido, me hacen soñar con el día en el que tenga una casa tan grande como para disfrutar de un espacio así.
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¿Te interesa ver las imágenes de las entradas anteriores de "Interiores con encanto"? Sólo tienes que entrar en los siguientes enlaces:
Interiores con encanto VI: Dormitorios (2da. parte)
Interiores con encanto VII: Oficinas espectaculares
Interiores con encanto VIII: Escaleras increíbles
Interiores con encanto IX: Dormitorios (3ra. parte)
Interiores con encanto X: Oficinas espectaculares (2da. parte)
Interiores con encanto XI: Baños (2da. parte)
Interiores con encanto VII: Oficinas espectaculares
Interiores con encanto VIII: Escaleras increíbles
Interiores con encanto IX: Dormitorios (3ra. parte)
Interiores con encanto X: Oficinas espectaculares (2da. parte)
Interiores con encanto XI: Baños (2da. parte)
Son todos preciosos (algunos tan grandes que mi apartamento cabría dentro, jajaja) pero me encanta el último, sobre todo por la bañera. Esas bañeras que imitan a las antiguas tienen muchísimo encanto.
ResponderEliminarUn beso enorme, Alexandra
¡Hola Chari! Es que en algunos de esos baños podrían vivir familias enteras, :D
EliminarMi favorito es el segundo, sobre todo por las vistas. Me imagino dentro de esa bañera, con una copa de vino, velas, un buen libro y ese paisaje... y es que me derrito. ¡Un sueño!
¡Un besazo!