Hace algunos meses, les presenté la página de Facebook Loft I Love, que comparte con sus lectores unas imágenes excelentes de ese tipo de espacio.
Continuando con esta tipología de espacios, este miércoles de arquitectura + interiorismo les traigo una nueva muestra... ¡Lofts al poder!
Aunque a día de hoy se le llama loft a cualquier cosa (ejem... agencias inmobiliarias... ejem...), lo cierto es que un loft propiamente dicho es es un apartamento en la parte superior de un edificio, un gran espacio con pocas divisiones que originalmente tuvo un uso industrial o de almacenaje que se ha transformado para que las personas puedan vivir en él.
Los lofts son originarios de la ciudad de Nueva York donde, allá por la década de 1950, se decidió "revivir" algunos de sus barrios, como el SoHo y TriBeCa, que habían sido olvidados después de ser protagonistas en la era industrial.
Esta decisión, producto de la necesidad de grandes espacios y las rentas elevadas de los pisos, hizo que las fábricas y almacenes en desuso cobraran protagonismo entre los estudiantes y artistas, que los ocupaban de forma clandestina. Con el paso del tiempo fueron rehabilitados y reformados para adaptar su uso también a estudios de pintura, galerías, tiendas y restaurantes.
Como ocurre con todo en este mundo, rápidamente se vio el potencial del negocio en su adaptación a las viviendas de lujo, ya que su configuración permitía áreas mayores, espacios más amplios y muy luminosos. Es así, que en la actualidad las verdaderas viviendas tipo loft han pasado de ser espacios de bajo coste para bohemios y artistas, a ser viviendas de alto nivel.
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