Problemas del primer mundo

"Odio el hecho de que mi casa sea tan grande que necesito utilizar dos routers para mi conexión de internet inalámbrica".

"Detesto que los asientos de piel de mi coche estén fríos"

"Odio cuando les digo que no quiero pepinillos y aún así me los dan"

¡Ah! Los problemas del primer mundo....

Aún recuerdo cuando me regalaron el iPad por mi cumpleaños hace un par de años. El regalo fue producto de lo que en ese momento llamé "problemas de una familia americana de clase media". Verán, mis padres tenían un iPad. Mis suegros tenían un iPad. Mi pareja tenía un iPad. ¿Cómo podía ser que yo fuera la única de la familia que no tuviera un dichoso iPad??? 

La respuesta es simple. NO QUERÍA UNO. No porque no me pareciera un cacharro estupendo, si no porque realmente no lo necesitaba. Hoy, dos años y medio después debo decir que podría vivir si él, pero me ha hecho la vida mucho, mucho más fácil. 

De la misma forma, si vives en el primer mundo, por una u otra razón, habrás pronunciado o escuchado una de las frases que aparecen en el vídeo. 

Es verdad, algunos inconvenientes menores pueden hacer que un día se vuelva desagradable pero, cuando se pone todo en perspectiva, tener los asientos de piel de tu coche fríos durante el invierno no significa que se vaya a acabar el mundo. 

No tener agua limpia, sin embargo, es una historia totalmente diferente. Con el fin de poner de manifiesto lo que son "problemas de verdad", la fundación Water is Life lanzó el video "First World Problems Anthem" (Himno de los Problemas del Primer Mundo) el año pasado.

El vídeo está protagonizado por personas que viven en el tercer mundo. Cada uno de ellos leen algunas de las frases que fueron publicadas en Twitter etiquetadas con el hashtag #FirstWorldProblems. 

El contraste, sin duda, hará pensar a más de uno y lo convencerá (si hace falta) de que el hecho de hacer una cola muy larga en el Starbucks no es gran cosa.