Erik Johansson es un fotógrafo y artista del retoque fotográfico sueco afincado en Berlín, Alemania, que utiliza la fotografía como una forma de recolectar material para realizar las ideas en su mente, y así desarrollar ideas surrealistas de manera realista, con un toque de humor.
Sus manipulaciones dan como resultado fotos extrañas y sorprendentes que tienen la capacidad de sostener la incredulidad humana y haciendo real lo irreal.
Johansson estudió ingeniería informática en la Chalmers University of Technology in Gothenburg, en Suecia, por lo que su faceta de fotógrafo se dio de manera totalmente autodidacta, partiendo de su interés en el dibujo. Comenzó su andadura en el año 2000, cuando le regalaron su primera cámara digital. Actualmente trabaja en proyectos personales y por encargo y, a veces, crea ilusiones en la calle. Ha trabajado con clientes tan importantes como Google, Adobe y Microsoft, sin embargo, considera que su trabajo personal y conceptos siempre serán lo más importante.
Crecer en el campo en Suecia tuvo un gran impacto en su estilo visual. Se inspira en las cosas que le rodean en su vida cotidiana y todas aquellas cosas que ve, por lo que muchos de los entornos en sus fotos se capturan cerca de lugares que conoce, alrededor de la casa de sus padres, con paisajes abiertos y pequeñas casas rojas.
Por otro lado, admira y también se inspira en el trabajo de artistas surrealista como Salvador Dalí y René Magritte, y artistas gráficos como M.C. Escher. Su inspiración está en todas partes y lo que puede imaginar su mente marca lo que puede llegar a crear en sus imágenes.
El proceso que utiliza para crear sus imágenes sigue 3 pasos. El primero es la planificación de la idea que, además de la idea en sí, incluye la búsqueda y elección del entorno donde se desarrollará la imagen, como hacer las reflecciones, que materiales utilizar, etc.
La segunda parte es tomar la foto y compilar el material (en sus proyectos personales nunca utiliza fotografías de archivo). En esta etapa, una de las cosas más importantes es lograr obtener una iluminación y perspectiva similares, para crear un resultado realista al combinar las fotos.
La tercera y última etapa del proceso es juntar todas las fotos y componer la imagen final, como si se tratara de un puzzle.
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