Al artista y diseñador londinense Alex Chinneck le encanta hacer cosas absolutamente increíbles e imposibles con edificios falsos.
Para su último truco, ha logrado que la arquitectura y el ilusionismo vayan de la mano gracias a la instalación "Take my Lightning but don't steal my Thunder" (algo así como "Llévate mi rayo pero no me robes mi trueno") que, desde principios de octubre, hace pensar a los peatones que el edificio del antiguo mercado del Covent Garden de Londres se encuentra flotando en el aire.
La instalación imita a los edificios originales que se construyeron en ese barrio hace más de 180 años. Sin embargo, en este caso las columnas parecen haber sido cortadas, por lo que para los visitantes parece que el edificio se ha partido en dos y una de sus partes ha comenzado a levitar.
El truco detrás de esta impresionante instalación de 12 metros de largo en la que ha trabajado un equipo de más de 50 ingenieros y constructores durante 8 meses, está en un contrapeso de 4,5 toneladas que se ha colocado en uno de los extremos y una viga de acero oculta en el interior que soporta toda la estructura.
El objetivo de la instalación, en palabras de Chinneck, es aportar un toque de fantasía a Londres.
“Creo que debido al ambiente en el que nos movemos hoy, en lo que a medios de comunicación se refiere, es muy difícil sorprender, crear un impacto. Hoy estamos acostumbrados a ver de todo en la televisión, en las películas con tantos efectos especiales… Yo creo que este tipo de impactos físicos y esculturales nos ayudan a sorprender al público”.
Alex Chinneck
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