Cath Riley, arte y realidad de la mano de un lápiz

Soy una gran fan del dibujo a lápiz. Me encanta la pintura, las acuarelas, el diseño digital pero, cuando se trata de coger el toro por los cuernos, siempre, siempre, siempre me he decantado por dibujar y sombrear mis pequeñas "obras de arte" a lápiz. Es más, debo confesar que tengo una colección infinita de lápices y portaminas de todos los grosores, tamaños, tipos y colores de mina. Vamos, que tengo que discutir cada dos por tres cuando estoy en una librería y me ven mirar un portaminas nuevo con "ojitos enamorados". ¿Otro más? NOOOOOOOO!!! :P

Es por esta razón que esta semana me decidí a presentarles el trabajo de una artista muy especial, llamada Cath Riley, quien sólo necesita dos cosas para desplegar todo su talento: un lápiz y un papel.

Para esta gran artista, titulada en Bellas Artes, sólo son necesarios un lápiz y un papel para delinear, sombrear y dar textura a sus creaciones, convirtiendo lo plano en volumen y representando la profundidad gracias a una técnica impecable que ha ido desarrollando y perfeccionando con los años.

Me resulta impresionante, sobre todo, el nivel de detalle de sus retratos y manos, donde muestra todos los pliegues, las venas, manchas, imperfecciones y arrugas producto del paso de los años. Cada una de las líneas y sombras vuelve los dibujos más reales y, al mismo tiempo, narran la historia detrás de los protagonistas. 

La obra de Cath Riley ha sido expuesta y comisionada, tanto por particulares, como para su uso en revistas y campañas publicitarias. Si su obra les ha impresionado tanto como a mi, los invito a visitar su página web donde, además de ver al completo su portafolio de obras a lápiz, pueden animarse a adquirir uno de sus dibujos de edición limitada o sus dibujos originales, que están disponibles en pequeño y gran formato.